211221
Nacer el año de la última gran inundación de Sevilla imprime carácter. Tener la mitad del cerebro en Cáceres y la otra en Granada también. Vivir en la Plaza del Rocío marca: veranear en la azotea con una piscina de salchichones; pelearse a naranjazos con los niños de las casas baratas; ir a bañarse a la playa de "María Trifulca"; deleitarse con las pavías del Bar "Parada"... Ir al colegio de doña Ángeles es una experiencia iniciática difícil de igualar. Vivir en un piso de dos habitaciones con dos hermanas y tres hermanos más y algún que otro primo deja huella. Y comer repápalos, no poder renunciar al pelapatatas, no gritar viendo un partido de fútbol, creer firmemente en que tus hermanos son realmente tus hermanos de la Luna, pelar la naranja con cubiertos... Ser Medina ( la piedra dura ) y Romera ( el tiempo que fluye y el fulgor de las farolas ) forman parte de tu piel y de tus neuronas. Un suspenso en Griego de una profesora que vive y muere ...